Reportajes
Futbolistas afganas acusan de abuso sexual a directivos de su federación
Fahim Abed y ROD NORDLAND, The New York Times
KABUL, Afganistán — El gobierno afgano investiga acusaciones de que jugadoras de la selección nacional femenil de fútbol fueron sexual y físicamente abusadas por entrenadores y directivos, incluido el presidente de la federación de fútbol afgana, dijeron funcionarios el 4 de diciembre.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, dijo que ordenó una investigación de la Federación de Fútbol de Afganistán (AFF) en respuesta al reportaje de la semana pasada en The Guardian —cuyas revelaciones calificó de “impactantes para todos los afganos”—, en un discurso a puerta cerrada al Comité Olímpico de Afganistán el 3 de diciembre.
FIFA, el órgano rector del fútbol mundial, realiza su propia investigación.
El escándalo ha causado que el principal patrocinador del equipo, la compañía danesa de ropa deportiva Hummel, retire su respaldo. “La documentación que nos han presentado indica una grave conducta inapropiada y abuso de poder de parte de los funcionarios de la AFF, en directa oposición a nuestros valores”, dijo Allan Vad Nielsen, director ejecutivo de la compañía, a través de un comunicado. “No tenemos otra opción más que cancelar el patrocinio”.
Las acusaciones señalan a Keramuddin Keram, presidente de la Federación de Fútbol de Afganistán, organismo que gobierna el fútbol varonil y femenil, así como a otros directivos de la federación.
Khalida Popal, una de las integrantes originales del equipo femenil y entrenadora desde hace mucho tiempo, dijo que Keram había acosado sexualmente a jugadoras en una habitación de su oficina. Popal mencionó que la habitación había sido diseñada de modo que solo pudiera abrirse desde el interior mediante el escaneo de su huella dactilar, y que él dejaba encerradas ahí a las mujeres.
“El presidente de la AFF y algunos entrenadores violan y acosan sexualmente a jugadoras”, dijo Popal en una entrevista telefónica el 4 de diciembre.
Popal huyó de Afganistán en 2012 y obtuvo asilo en Dinamarca, pero ha permanecido activa con la selección nacional, para la cual organiza campamentos de entrenamiento en el extranjero.
Cuando organizó un campamento de práctica en Jordania en febrero de este año, dijo Popal, le impactó que la federación afgana enviara a un entrenador y a un funcionario –ambos varones– como chaperones del equipo femenino. Uno de los hombres se emborrachó e intentó obligar a algunas de las jugadoras a tener relaciones sexuales con él, incluso dentro del dormitorio exclusivo para mujeres, y ambos hombres acosaron sexualmente a las integrantes del equipo, dijo Popal.
Cuando las jugadoras amenazaron con quejarse, según mencionó Popal a The Guardian, Keram, un influyente exgobernador de la provincia de Panjshir, golpeó a una de ellas con un taco de billar y la expulsó del equipo , así como a otras ocho jugadoras, con el pretexto de que eran personas lesbianas.
Hummel también se centró en Keram. “Presuntamente, el presidente era cómplice en permitir que el abuso ocurriera, y no respondió a las acusaciones presentadas por la selección nacional”, dijo la compañía.
Popal dijo que cuando se enteró en Jordania sobre el abuso a las jugadoras, las víctimas estaban preocupadas por mantener todo en secreto, pues temían que sus padres ya no les permitieran jugar en el equipo. Popal dijo que llamó a Keram para contarle sobre el abuso.
“Él prometió que daría seguimiento al asunto y sancionaría a los entrenadores abusivos”, dijo. En cambio, fueron ascendidos a otros cargos en la federación, agregó la exjugadora.
La Federación de Fútbol de Afganistán emitió un comunicado en el que calificó las acusaciones de “sin fundamento” y afirma tener “una política de tolerancia cero hacia dicho comportamiento”. También mencionó que nunca nadie había presentado ante el organismo acusaciones como esas.
Keram no respondió a distintas solicitudes realizadas durante cuatro días para darnos un comentario. Su jefe de personal, Massoud Hassimi, dijo que Keram todavía era el presidente de la federación y que solo las puertas principales de las oficinas de la federación requieren del escaneo de huellas dactilares para abrirse.
La entrenadora jefa de la selección femenil afgana, Kelly Lindsey de Estados Unidos, expresó su apoyo hacia Popal y las jugadoras que han hecho acusaciones. “¡Nuestras mujeres han soportado horrendos abusos mentales, físicos y sexuales con tal de jugar el deporte que aman para el país que aman!”, escribió en Twitter.
Ghani no anunció ninguna acción contra la federación de fútbol y no dijo si creía las acusaciones. “Si meras acusaciones causan que nuestra gente deje de enviar a sus hijos e hijas a practicar deporte, necesitamos actuar de inmediato y de manera exhaustiva”, dijo Ghani.
El fiscal general Mohammad Farid Hamidi prometió anunciar los resultados de su investigación dentro de una semana.
“El Estado de derecho y la justicia protegen los derechos y el honor de atletas y familias que envían a sus hijos e hijas a buscar una profesión en los deportes”, dijo Hamidi. (El propio Hamidi fue criticado en un informe reciente del inspector general especial para la reconstrucción de Afganistán, una agencia de Estados Unidos, que mencionaba que Hamidi presidía una oficina “improductiva, corrupta y llena de clientelismo”).
La FIFA dijo que desde hace tiempo tiene conocimiento de las acusaciones y las estaba investigando. “FIFA tiene una política de tolerancia cero en violaciones a los derechos humanos y condena todas las formas de violencia de género”, dijo la organización en un comunicado. “Los graves asuntos mencionados están siendo investigados por la FIFA”.
Ni el comunicado de la FIFA ni los directivos afganos abordaron los exhortos de jugadores y Hummel para que la federación afgana o Keram sean suspendidos. “Cuando los hechos sean establecidos, se pondrán en marcha las medida necesarias para remediarlos”, dijo un vocero de la FIFA.
Las acusaciones de abuso sexual contra directivos varones a cargo de equipos femeniles en Afganistán no son nuevas. En 2016, el fundador estadounidense del equipo y muchos de sus miembros acusaron al entrenador jefe de la selección nacional femenil de ciclismo de casarse y divorciarse de las ciclistas bajo presión en repetidas ocasiones, así como de otros delitos. El entrenador, Haji Abdul Sediq Seddiqi, fue despedido pero nunca fue procesado.
La federación de fútbol afgana asegura que todavía tiene el respaldo del equipo femenil. “Agradecemos el apoyo expresado por las actuales jugadoras, todas ellas han publicado declaraciones en la página de Facebook de la AFF”, dijo el organismo.
Solo había una declaración de apoyo en esa página de Facebook, y no mencionaba los cargos de abuso sexual. Era de una excapitana del equipo, Farkhunda Muhtaj. La capitana más reciente, Shabnam Mobarez, renunció el mes pasado, con la queja de que no podía firmar un contrato con la federación porque privaba a las jugadoras de sus derechos, incluido el derecho a quejarse.
regina
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