Reportajes
Aprende a aceptar cumplidos y celebrarte
Por MICAELA MARINI HIGGS, The New York Times
Es posible que la idea de animarte a ti mismo después de haber tenido una victoria se sienta raro. Conviene reconocer el buen trabajo, pero uno tampoco quiere sentirse arrogante: es un equilibrio complicado entre alegrarte discretamente por un trabajo bien hecho y no parecer un imbécil.
A pesar de esa incomodidad, tener reconocimiento por tus labores hace sentir bien a tu cerebro y te ayuda a lograr más. Las empresas usan los halagos para intentar aumentar la productividad e incluso los ingresos de la compañía; además, los expertos dicen que el impacto psicológico de mantener una visión positiva de tus logros puede disminuir el estrés y fomentar mejores costumbres.
Desafortunadamente, los elogios se reparten de igual forma. Los estudios muestran que en el ámbito laboral a las mujeres, sobre todo si son negras, asiáticas o latinas, a menudo se les da menos crédito por sus logros o se les asignan proyectos que son importantes pero cuyos resultados tienden a ser subestimados, lo cual implica menos reconocimiento cuando se ofrecen ascensos.
La buena noticia es que puedes disfrutar de los grandes beneficios psicológicos de celebrar tus logros aunque te cueste trabajo aceptar un cumplido o incluso si los demás no te reconocen, de acuerdo con Teresa Amabile, profesora en la Escuela de Negocios de Harvard y coautora de El principio del progreso.
“No tiene que tratarse de grandes avances o de un enorme éxito”, comentó. “Incluso las pequeñas victorias pueden hacer que la gente se sienta genial”.
Por qué vale la pena aceptar cumplidos
Las investigaciones muestran que los elogios destacados pueden aumentar de manera significativa la motivación y el desempeño, además de mejorar la capacidad cerebral para recordar y repetir nuevas aptitudes.
No obstante, como muchos sabemos —y como lo muestran los análisis al respecto— los seres humanos solemos concentrarnos en los fracasos más que en los cumplidos.
Eso se debe a que “era más probable que nuestros ancestros más ansiosos y pesimistas sobrevivieran, así que nuestro cerebro está diseñado para fijarnos en los problemas”, dijo Kristin Neff, profesora adjunta del Departamento de Psicología Educacional en la Universidad de Texas, campus Austin.
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Además de nuestra dificultad de aceptar cumplidos está el “mensaje interiorizado de que no es bueno que parezca que estamos presumiendo”, por lo cual tendemos a minimizar los logros, de acuerdo con Melody Wilding, trabajadora social clínica, profesora de conducta en Hunter College e instructora en temas de desempeño para clientes con empleos de alta intensidad.
“Muchas veces nuestras fortalezas nos resultan tan naturales que no nos damos cuenta de su valor”, dijo.
Es por esa razón que los cumplidos pueden ser buenas fuentes de información. Al observar los patrones de la retroalimentación, la gente incluso puede descubrir talentos que de otra manera dan por sentados, comentó Wilding.
Neff, de la Universidad de Texas, explicó que este replanteamiento nos ayuda a corregir nuestros propios prejuicios de negatividad y que puede ser un fundamento útil para negociaciones de salario o transiciones profesionales.
Es por eso que los cumplidos pueden ser útiles. Entonces, ¿cómo lidiar con la incomodidad de aceptarlos?
Sé breve y amable, con respuestas como: “Gracias, me alegra que lo hayas dicho” o “Aprecio mucho que te hayas dado cuenta; gracias por hacérmelo saber”. No debes decir demasiado ni menospreciar nada.
Si aún temes que parezca que presumes, o si tienes un interés genuino en recibir más retroalimentación, puedes hacer preguntas de seguimiento, que son una gran manera de demostrar que valoras la opinión de quien te hizo el cumplido y también de que sabes que siempre hay espacio para mejorar.
El poder de autofelicitarte
A veces, sin importar qué tan duro trabajes, simplemente no obtendrás reconocimiento. Pero no tienes que esperar a que alguien más se dé cuenta para comenzar a celebrar y aprender de tus éxitos. Ni siquiera tienes que lograr ningún gran objetivo.
“Incluso cuando nadie lo reconoce, la gente a menudo siente una alegría increíble cuando avanza en un proyecto que le resulta significativo”, comentó Amabile, quien ha estudiado el impacto de sucesos diarios en la productividad, así como la vida laboral interna de las personas (“Es decir, los pensamientos, sentimientos y motivaciones que la gente experimenta cuando reacciona y trata de darle sentido a lo que les pasa en el trabajo”, explicó).
Halló que los sucesos más significativos son los pequeños momentos de progreso cuando son reforzados por una reflexión al respecto.
Depende de la persona decidir qué trabajos cuentan como momentos significativos, pero la motivación generalmente es más fuerte cuando se conecta con tus valores centrales. Chris Cascio, profesor adjunto en la Facultad de Periodismo y Comunicación en la Universidad de Wisconsin-Madison, halló en un estudio que cuando se incentivaba a los participantes a pensar en cosas que les importaban y después se les mostraban mensajes que promovían nuevas rutinas de ejercicio, se encendían las zonas en sus cerebros asociadas con las recompensas y la autoevaluación positiva. Ese grupo también cambió su comportamiento y mejoró sus regímenes de ejercicio.
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El equipo de Amabile incluso encontró que la satisfacción personal tenía un impacto más fuerte que los elogios externos si los empleados sentían que los cumplidos que recibían no se conectaban con el trabajo que valoraban o “solo eran fanfarrias vacías” por parte de la gerencia.
¿Qué implica esto para ti?
Mantener una lista diaria de tus logros puede ser una de las maneras más poderosas de mejorar cosas como la motivación intrínseca, la productividad, la creatividad y el humor al recalcar las victorias diarias.
Celebra los hitos pequeños
La manera en que das seguimiento a tus victorias es una cuestión de preferencia personal, pero al igual que gestionar tu presupuesto o hacer dieta, el mejor método es el que lleves a cabo de manera consistente.
Todo lo que necesitas es anotar las tareas que completas a lo largo de tu día, o apartar algunos minutos durante la tarde para escribir una reflexión. A diferencia de aquellas listas de deseos aspiracionales, aquí el enfoque está en ver lo que ya lograste, no las cosas que aún están pendientes.
Eso se debe a que estas pequeñas victorias, aunque no signifiquen mucho respecto a nuestros objetivos más grandes, pueden mejorar nuestro humor y nuestra motivación, lo cual nos da una sensación importante de progreso, según Amabile.
Dar seguimiento a los logros puede ser una herramienta igual de poderosa en nuestra vida íntima. Cuando estamos pasando por momentos difíciles a menudo nos entrenan para imaginar cómo le hablaríamos con amabilidad a un amigo en una situación similar, pero es fácil olvidar que esa misma mentalidad también funciona para nosotros mismos y para acoger los cumplidos, dijo Neff, la profesora de Texas. Puede valer la pena incluir en tu lista de logros tareas como preparar una comida saludable, pasar un tiempo en la bañera o llamarle a un amigo.
“Ya que solemos ser bastante buenos a la hora de recordarnos nuestras inseguridades”, es importante “ser muy específicos y deliberados al recordar nuestros aspectos positivos”, comentó Sian Beilock, científico cognitivo que dirige el Barnard College en la Universidad de Columbia y escribió Choke: What the Secrets of the Brain Reveal About Getting It Right When You Have To.
Debido a que los pequeños retrocesos pueden tener un impacto negativo de una magnitud tres o cuatro veces mayor que el triunfo de una pequeña victoria, mantener una lista de logros no es útil solamente para darte un impulso motivacional ese día, también puede ser un recordatorio de tus fortalezas la próxima vez que pases por un momento difícil.
Cómo aprovechar tu reconocimiento (y hacer un cambio)
Mantener un registro de las cosas de las que estás orgulloso y de los cumplidos significativos que has recibido hace más que solo darle a tu cerebro una buena sensación y mejorar la percepción que tienes sobre ti.
El 86 por ciento de quienes toman decisiones de reclutamiento están de acuerdo con que es importante que los candidatos puedan comunicar claramente sus logros, pero Wildling, la trabajadora social clínica, lamentó que “debido a que nuestros cerebros tienen una manera de descontar lo positivo, a menudo no lo recordamos cuando necesitamos argumentar algo en nuestra defensa”. Para evitar tener la mente en blanco, ella recomienda usar tus reflexiones diarias con el fin de construir “una lista para presumir” de contribuciones tangibles que hayas realizado.
Los expertos dijeron que también vale la pena apartar algunos minutos cada semana para hablar de tus logros con un colega, un amigo o un familiar. Esto puede ayudarte a sentirte cómodo con estas conversaciones para que cuando llegue el momento de compartir tus victorias en un contexto más serio —por ejemplo, una entrevista de trabajo— sepas exactamente cómo hablar al respecto. También ayuda a reforzar el bucle de retroalimentación positiva y hace que pienses de manera activa en tus victorias recientes y cómo contribuirán a metas más grandes.
No obstante, Beilock recalcó que repasar ejemplos concretos de nuestros logros es útil en otras circunstancias más allá de negociaciones o entrevistas laborales. Explicó que ser consciente sobre cómo pasamos nuestro tiempo y en qué invertimos nuestra energía también puede ser un catalizador útil para el cambio y para lidiar con desafíos.
Además, según Cascio, el profesor de Wisconsin, sentirnos seguros respecto de nuestras fortalezas a menudo mejora nuestra capacidad para escuchar críticas constructivas y ser capaz de identificar tus malas costumbres y estar motivado para cambiarlas puede fomentar más progreso del que valdrá la pena sentirnos orgullosos.
regina
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