Internacional - Política
La nueva Angela Merkel
(ANSA) - HAMBURGO, 7 DIC - Una vez más, una mujer. Annegret Kramp-Karrenbauer venció el desafío por la presidencia de la CDU y sucederá a Angela Merkel, que la respaldó y le cede la posta tras 18 años al frente del partido popular alemán.
En Hamburgo, Annegret lloró abiertamente cuando la canciller cerró su último discurso ante la plenaria del partido, pero luego, con los ojos aún rojos y llenos de lágrimas, logró reunir a la mayoría de delegados venciendo a su adversario, Friedrich Merz, en el balotaje.
Merz, tras 10 años de ausencia en la política alemana, era el candidato del titular del Bundestag, Wolfgang Schaeuble, rival histórico de Merkel.
Kramp-Karrenbauer, con este éxito, blinda a su madrina-aliada: es claro que la Bundeskanzlerin (la canciller alemana, ndr) sale reforzada con la derrota de los halcones, que antes o después intentarían llegar a la cancillería.
"Mi relación con el partido no depende de la presidencia, y sigo siendo canciller", aclaró Merkel.
La partida permaneció bajo tensión hasta el final. En el primer turno quedó fuera el joven ministro Jens Spahn, de 38 años, que alcanzó de todos modos 157 de los 999 votos. En ese entonces ya se había visto la fuerza de Kramp-Karrenbauer, que obtuvo en esa primera ronda 450 votos contra 392 de Merz.
Pero el abogado financiero, que a los 62 años quería regresar por la puerta principal tras ser despedido por la propia Merkel, tenía buenas posibilidades de desbancarla, contando con el apoyo de los conservadores amigos de Spahn.
Pero nada de eso sucedió: Karrenbauer se impuso con 517 votos. Merz se detuvo en 482.
"Soy el resultado de como me ha formado la vida. Soy una madre de tres hijos que sabe cuán difícil es conciliar trabajo y familia. Y soy una (mujer) que en 18 años de política aprendió a ser líder", sostuvo en su discurso, antes de la votación.
A los 56 años, con una experiencia en sus espaldas de administradora en el pequeño Saarland, donde dejó la presidencia para convertirse en secretaria general de la CDU, "Akk" (el acrónimo al que todos recurren para evitar mencionar un nombre y apellido largo y difícil) recordó hoy al partido de Helmut Kohl, al que entró llena de optimismo, coraje y convencida de no seguir a quien pinta todo de negro.
"Esta debe ser la CDU del futuro, mi y nuestra CDU", indicó.
Merkel la había elogiado en su discurso de despedida: "La CDU no debe replegarse en el pasado, debe proyectarse al futuro, con nuevos líderes, nuevas estructuras, mientras los valores permanecen".
Ante el miedo del populismo la canciller replicó con un ironía a la vieja dirigencia: "La hora del destino para este partido fue el escándalo de los fondos ilegales", afirmó. Se trató de un mensaje entre líneas para su rival Schaeuble, que encabezó la rendición de cuentas de los conservadores en Hamburgo, saliendo en defensa abiertamente de Merz.
"Temo por la estabilidad del país, sirve un cambio", dijo Merz, recogiendo muchos aplausos.
El ascenso del populismo es "inaceptable", así como la erosión de votos hacia los populistas del AFD y los Verdes, sostuvo Merz, al destacar el riesgo que corría el último gran partido popular de Europa.
Pero la asamblea no se dejó guiar por el temor a la ultraderecha en su elección.
"Los otros partidos harán bien en actuar con cautela, es claro que Akk sabe hablar a los conservadores", dijo a ANSA Daniel Guenther.
"Estamos desilusionados en Sajonia, pero no heridos", afirmó el gobernador de esa región, que sufrió en carne propia los choques neonazis en Chemnitz. "El problema con AFD? Debemos resolverlo nosotros, la solución no debe llegar desde Berlín", indicó.
El partido, en suma, eligió la continuidad evitando rupturas con el estilo Merkel, que se impuso una vez más sobre su eterno adversario, Schaeuble. El sin embargo dijo no sentirse vencido. La CDU, afirmó, dio un ejemplo de democracia. Y al menos en eso todos se pusieron de acuerdo.
regina
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